Nunca una almohadilla se ha revalorizado tanto desde Twitter porque con #LTD no estamos ante otro disco de House del montón. Sí, tenemos mucha profundidad y groove como casi todo lo que quiera encasillarse dentro del deep-house; pero Till Von Sein aporta su visón personal que lo distingue del resto. Solo hay que escuchar las dos primeras canciones para percatarse de ello. El sello Suol apadrina el álbum debut de Tilly, que hoy mismo sale a la calle, en el cual cada track (de los once que lo componen) es de su padre y de su madre.
Su padre es Till Von Sein y su madre los distintos camaradas del alemán (Tigerskin o Catz ´nd Dogz, entre otros) que le han echado una mano para conformar una obra que funciona tanto en conjunto como por separado. Cada tema tiene suficiente entidad propia del resto, pero uniéndolos crean un trabajo portentoso.
En #LTD se respira variedad de estilos dentro de un house electrónico emocional cocinado a fuego lento como leitmotiv (el único tema que excede de los 120 bpms es el penúltimo, 121 para ser exactos). A lo que se le añade ramalazos soul más que patentes en los primeros cortes ya que de cara al final es donde se mira a la pista de baile de forma épica.
“Tilly´s 61 Rhodes Jam” abre el discurso de Von Sein a modo de introducción Ambient de unos dos minutos y medio. Es relajante y etérea para dar paso al tema que da nombre al disco: “LTD”. Un corte lento pero progresivo y emocionante con una vocal que nos dice repetidamente soul dream. La instrumentalización hace que entremos en ese sueño que luego se acrecienta con “Sumthing good”, en clara alegoría a James Brown. Elegancia deep-house.
Con “Out of love” el pitch sube y el sonido es más sucio por el uso de bajos gruesos. Suena crudo, primitivo y clásico. Y de la elegancia se pasa a la excelencia, cortesía del saxo que aporta Jon Hester. Pero es en el siguiente corte, “61”, donde el alemán Till Von Sein se dirige por primera vez a las pistas de baile nocturnas con uno de los temas más movidos del disco. Deep-house melódico y sugerente. Un cruce de ambos temas es “Monday”, su colaboración con Aera. Tiene dinamismo a baja velocidad. A veces ir más rápido no significa ser efectivo.
Pero para efectividad tenemos “Non Existen Love”, la colaboración con Tigerskin y vocales de Lazarus y Meggy. El que fuera el primer adelanto de #LTD hay poco que decir. Ya hicimos la review del E.P. Es una producción carne de chart y punto.
Y la colaboración que podría ser la más tech-housy del disco, la realizada junto a los polacos Catz ´nd Dogz, se convierte en un alegato dub a base de breaks. “Neptune” es prácticamente Ambient galáctico con un bombo roto muy marcado. Sorpresa porque es de esos cortes que no te esperas por venir de quién viene. Y entonces volvemos a mirar a las pistas más deep con Biloxi Jam, un tema alegre gracias a ese sonido de viento (una armónica quizá) para bailar con una sonrisa en la cara. Buen rollo patrocinado por Till Von Sein y Chopstick.
La penúltima producción es “Blueprint” un tema con esencia tech. ¡Un momento! ¿Esa voz? Es Fritz Kalkbrenner que hace acto de presencia (su disco Here Today, Gone Tomorrow también salió publicado por Suol) en un tono donde la emoción está a flor de piel. Del mismo modo la melodía se transforma en sentido y sensibilidad discotequero. Un tema cuidado y hecho con mimo con la ayuda de Thalstroem. Y para finalizar Till Von Sein rescata “Gestern” un track que salió publicado en 2007 solo que esta vez nos lo presenta en la versión 61 Voodoo Dub abarcando sonidos ambientales para despertar de este agradable y emotivo sueño.
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Review del menda algo más resumida publicada también en Deejay.es
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