La sinergia no fue suficiente

Techno excelso y ambiente frío en el estreno de la sesión Sinergia

Con los tiempos que corren en la capital tengo que quitarme el sombrero con todos aquellos promotores que apuestan por una noche de música electrónica diferente, arriesgada y adulta para una sesión techno en una sala que puede acoger unas 200-300 personas. Y más con la que está cayendo. Posiblemente a nivel de afluencia de público el estreno de Sinergia en la Sala Gloos no fuera el esperado. A nivel de calidad musical pueden darse por satisfechos y los madrileños podemos sacar algo de pecho con los artistas que tenemos en este género musical. Buenísimos directos de Víctor Santana y R/C y tremendo set de Machine. Vince Watson estuvo resolutivo y poco más.


No sé a qué factores se puede deber que el estreno de una sesión no haya tenido una acogida mejor. Quizá la sala no está en una zona de jarana juvenil, aunque en otras sesiones -también electrónicas- sí que se llene. Quizá la gente no puede permitirse acudir a todos los eventos que quiere por X razones. O simplemente, en realidad esto solo nos gusta de verdad a cuatro gatos. Pero es una pena que este tipo de propuestas no tengan más tirón. ¿Quién dijo que los comienzos son fáciles? Eso sí, ahí nos juntamos mucho clubber veterano que sabe de qué va ésto.

Así que los que decidimos acudir podemos decir que disfrutamos bastante con lo que vimos y escuchamos allí. En primer lugar hay que destacar el warm-up de Machine. El de Scrapyard tuvo que bailar con la más fea. Abrir la sesión con una sala que no tendría nada que envidiar al desierto del Gobi. Los pocos que estuvimos in situ podemos dar fe de lo finísimo que estuvo con sus acetatos. Hacía tiempo que no asistía a un warm-up tan inteligente y elegante a base de sonidos dub y dark-techno conjugando goteos germánicos y elementos americanos. Mauriziadas y algún que otro FUSE. Nada de ir a lo fácil. Una lección para más de uno de como llevar un set techno de primera hora sin buscar protagonismo. La discreción a veces es positiva. Mucha metodología y sapiencia. Grata sorpresa.


A continuación llegó el live de la formación R/C, es decir Reu-Ven y Capoger miembros del grupo V-Elemento, y de un sonido sucio y atmosférico se pasó a otra cara del techno más directo y afilado. Ya había un pequeño oasis de gente y era el momento de desenfundar crudeza escupida de máquina. Hay que estar atentos a esta pareja porque me da la sensación de que mostraron menos de lo que pueden hacer. Aún así, y con eso, su directo fue muy destacado y comentado para bien.


Luego llegó Víctor Santana que a pesar de las mil y una trabas que le pone la vida para sacar a la luz todo lo trabajado en 2012 vive un momento dulce, y eso se extrapola a su música. La última vez que presenciamos un directo suyo era música techno donde momentos dinámicos y jazzys se mezclaban con otros más mentales y oscuros. Ahora su música emana positividad. Se ha vuelto mucho más orgánica apreciándose menos sesudez y más fluidez. Alegría y groove technier. Atreviéndose hasta con momentos de big-beat y algún toque trancero.


Pero lo mejor llegó con el final ya que escondido en su chiringuito de máquinas hizo llamar al teclista y saxo de su banda a los que se le sumó un trompetista. Momento mágico. Vince Watson no paró de sacarle fotos. Cuando acabaron no pudo hacer otra cosa que aplaudir como uno más de los que estuvimos allí.


El escocés Vince Watson se supone que era el cabeza de cartel y en comparación con el producto local fue el que estuvo más flojo de todos. A nivel técnico no se le puede reprochar absolutamente nada. Continuó la senda techno de la noche empezando con Model 500 y recrudeció el ambiente happy que había dejado Santana. Era lo obvio y lo adecuado. Pero no sé muy bien la razón por la que quiso cambiar el chip y empezar a tirar de elementos houseros (Alsace & Lorraine de Jimpster y algún otro Freerange) y melódicos épicos (Panta Rei de Agoria) cuando no procedía. Hasta tuvo dos "lucianadas" tech-houseras de hace un par de años. La pista se dejaba llevar pero a un servidor le cambió el gesto por lo inesperado. Luego con el Crave de Deetron con Hercules & Love Affair (Deetron Crave Dub por supuesto) volvió al camino techno pero a mi me sacó por completo de la sesión. En otra ocasión estaría de sobresaliente. Eso sí, demostró que con piloto automático y maleta de hace año y medio el tío puede hacer bailar al más pintado.


Esperemos que la próxima edición de Sinergia tenga más aceptación. Madrid y sus artistas se merecen una sesión de techno así. Ojalá podamos decir lo mismo del público.


P.D: Tomarse dos copas y que a la mañana siguiente necesites un ibuprofeno, es algo que nunca me ha ocurrido. Ni en los tiempos más duros de la Sala Público.

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Fotos y vídeos: Electrónica & Roll

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