La intensidad de lo breve

Boreals aterrizaron por primera vez en Madrid para presentar Antípodas, o la mitad del disco...

Lo que ha cambiado la vida nocturna de Alonso Martínez. Más de diez años después de que un servidor experimentara la cultura etílica del botellón por esas calles abarrotadas de beodos y beodas con el objetivo último de acabar en cualquier garito que recogiera a la peor calaña (especial predilección por el infame Speakeasy) intentando meter la lengua en la cavidad bucal de alguna fémina de buen ver entregada al dios Baco y que no le cantara el pozo por la expulsión de sus excesos con las bebidas espirituosas; me volvía a encontrar en una zona pulcra y libre de aquella suciedad de botellas por doquier que significaba el descontrol para un adolescente con las hormonas revolucionadas. Y estaba ahí para asistir al concierto de Boreals en Delta Club. El jovencísimo trío barcelonés compuesto por los hermanos Víctor y Xavier Paradis y el mallorquín Miquel Serra aterrizaban por primera vez en Madrid y defendieron muy dignamente parte de su disco Antípodas.


Pero antes de entrar en el meollo del asunto quiero hablar de Delta Club como sala. La impresión es muy positiva. Sala recogida donde el color rojo manda con pantallas LEDS a ambos lados de una cabina empotrada en la pared (lo que para un dj de los que trabajan a los platos es una bendición evitando que se suban espontáneos) y con un sonido más que decente. Sí, hay dos columnas en medio de la reducida pista pero eso le da cierto aire de club diferente. Los precios de copas y cervezas no son excesivamente altos para encontrarnos en el centro de Madrid (5 euros la birra y 8 la copa) y las camareras derrochaban simpatía, cosa cada vez menos habitual y que como cliente se agradece mucho. Porque seamos francos, ya que eres consciente que te están estafando al pagar la copa a precio de botella que menos que te atiendan con una sonrisa, incluso algo de charla. No sé qué condiciones habrá para montar ahí una fiesta para 100-150 personas, pero a primera vista parece un lugar idóneo por el aire clubbing que respira.

Y en esas llegó el concierto de la banda barcelonesa que aúnan a la perfección post-rock con electrónica elegantísima. Inexplicablemente fueron los primeros en actuar. Vamos a ver, traes a unos chicos expresamente desde Barcelona, pagándoles su caché, presentando su disco debut en uno de los mejores sellos de música independiente como es Irregular ¿y tienen que abrir? La lógica sería que actuaran en el horario central o cerrando. Son TU RECLAMO. Supongo que los promotores pecarían de inexperiencia o quizá de ganas de lucirse ellos ante su público. A veces que mal casa la figura del promotor-artista, pero donde hay patrón no manda marinero.

Total, que estos chicos venidos de Barna se presentaron en el escenario con profesionalidad y dejando un directo energético y reconfortante. Obviamente al comienzo la gente estaba con una actitud fría. Pero a partir de la tercera canción, Boreals implicó al público en su discurso. Miquel Serra escupiendo los beats a los mandos de una Maschine estaba escoltado por los hermanos Paradis (uno de ellos a la guitarra y otro a los teclados) y fueron desgranando parte de su recomendado álbum con dos momentos estelares. La épica "Atlas" y la divertida "No Te Metas Las Manos En Los Bolsillos", que fue su colofón cuando solo habían tocado seis canciones. Por lo visto el tiempo de la siguiente actuación apremiaba y no pudieron desarrollar su repertorio de forma completa.

Aún así, también se pudo disfrutar de la intensa y bucólica "Desde Un Mirador" (perteneciente a su E.P Rome) y fue otro de los puntos álgidos de su inesperado mini-concierto. Luego ya pudieron recoger los bártulos y beber cerveza sabiendo que hicieron lo que pudieron en el tiempo que les permitieron. Algunos nos quedamos con las ganas de escuchar su tremenda producción Invierno Fractal, pero bueno estos chicos son carne de Primavera Sound o Sónar Hall en Sónar Día y ahí seguro que la tocarían.


Tras ellos llegó la actuación de John Gray (iba con una vestimenta que le hacía ser un clon de Argayle con lo que de entrada ya te caía bien), acompañado de un batería y una vocalista. Y ahí comenzaron los problemas de sonido por todos los lados. Ellos no se oían, las secuencias de su equipo iban por libre, finales abruptos en sus canciones. Pedían perdón, decían que el sonido era una mierda (literal) por el micro, hablaban con el técnico, volvían a intentarlo, nuevo fallo, nuevamente a pedir perdón, chascarrillos de directo, caras de circunstancia…. el club de la comedia mezclado con un karaoke. El karma. La situación, con una actitud de la gente donde se mezclaba la estupefacción y apoyo solidario, les sobrepasó y parece que solo se sintieron a gusto en las dos últimas canciones que, eso sí, los asistentes recibieron con alegría y alboroto. Imagino que en privado no le tuvieron que decir nada al técnico de sonido porque lo dijeron todo en público entre canción y fallo.

Comentarios

laguitarroteca.com ha dicho que…
Los momentos para disfrutar al lado de una guitarra son mágicos. La melodía que se crea, las notas que se entrelazan y el sentimiento que se transmite hacen de cada momento una experiencia única y especial.