Medio siglo ha cumplido en octubre el polifacético Sven Vath. Y la celebración fue el pasado fin de semana como sólo él sabe hacerlo: con un festival en Mannheim (al lado de la ciudad que tanto le ha dado) con primeros espadas y amigos de este alemán de espíritu jovial. Pero si nunca te ha dado por profundizar en su figura y en todo lo que representa, aquí dejamos un resumen de su trayectoria en cinco sencillo pasos.
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Antes de que Locomía se planteara hacer música, Sven Vath y los productores Luca Anzilotti y Michael Münzing se juntaron para proponer un dance con altas dosis de italo aunándolo con una estética glam y ochentera que influenciaron hasta el infinito y más allá al sonido del grupo de los abanicos. Sven era el frontman y el que hacía las performances (su vena bufonesca es irrepetible) porque sería muy atrevido llamarle cantante. Electric Salsa fue su tema más conocido. Pero si hemos de quedarnos con uno de esta etapa, sin duda es 'La Casa Latina', ya que inició una historia de amor de nuestro protagonista con la Isla Blanca que todavía dura.
-Sonido Frankfurt y The Omen
Si por algo será recordado Sven Vath el día que falte será por esta etapa. Habrá gente que le considere un innovador y otra que no, pero gran parte de culpa en asentar el Trance y el Techno en Alemania, cuando el telón de acero cayó, es de este hombre. Su popularidad como "cantante" transmutó a la figura de gurú tras los platos. Su camaleónica personalidad ayudaba a ello. Pero más ayudó fundar los sellos Eye Q Records y Harthouse. Y si a eso se sumaban sus maratonianas sesiones plagadas de desfases psicotrópicos en esa cueva llamada The Omen en Frankfurt, forjaron la leyenda al son de la música lisérgica que editaba y pinchaba. Se creó un sonido autóctono que rápidamente se esparció por el resto de Alemania y, por extensión, a Europa. Sus discos Accident In Paradise y The Harlequin-The Robot and The Ballet Dancer (y más tarde Fusion, enfocado más al Techno) son de esta época y cuentan con himnos como L´Esperanza o Ballet-Fusion. Se nos ponen lo ojos en blanco.
-Cocoon y el cambio de milenio
El Trance y el Psy de toda la vida fueron poco a poco perdiendo terreno por el pujante y más comercial Trance facturado en Holanda, que acabó comiéndole la tostada a nivel masivo. Sven Väth es listo como pocos y supo mutar a parajes más Techno (a veces más minimaleros, a veces más melódicos) con una nueva marca bajo el brazo que absorbió parte del ADN del sonido Frankfurt pero recogiendo la oscuridad y fuerza del techno berlinés, que era una realidad asentada. Cocoon trajo consigo un nuevo club (con franquicia en Ibiza y un festival llamado Timewarp), un nuevo sello, un nuevo disco y un nuevo cambio de look con una imagen más estilizada y moderna (ese rubio platino y flequillo a lo Crispín Klander) pero sin perder el sentido del humor (mítico su videoclip con Miss Kittin). El micro-house despuntaba, Hawtin hizo fortuna en Europa (tenía vetada la entrada en USA) y todo lo demás es historia cuando la panda Villalobos-Luciano-Hawtin-Vath tuvieron en Ibiza su patio de recreo particular. Una nueva reinvención con el cambió del milenio que hizo que su vena de autor prácticamente desapareciera para vivir de las rentas; pero su faceta para descubrir nuevos talentos a través de su entramado empresarial (sello, club, festivales y agencia de booking) se potenció por 10000 mientras él seguía mezclando por medio mundo.
-La drogaína
El vídeo anterior con la mandíbula de Sven Väth como unas castañuelas nos da pie para hablar de sus desfases, que para bien o para mal, y tanto en cabina como fuera de ellas (y en YouTube te puedes encontrar de todo tipo solo de la década pasada), siempre irán unidos a su figura artística. Es el Ozzy Osbourne de la electrónica y quizá por eso se le tiene un especial cariño. Un personaje entrañable. Siempre dispuesto a pasarlo bien y hacer que el resto también se lo pase teta. Hay leyendas que cuentan que tuvo que realizarse transfusiones de sangre para limpiar su organismo en su época en The Omen cuando hacía sets de 10 horas a todo trapo. Su beso con Hawtin, aunque esto no deja ser una mera anécdota, con el tiempo parece convertirse en todo un relevo generacional. La SvenVathrización de Richie Hawtin se completó con su famosa y química unión de labios con Papa Sven. Le traspasó sus poderes para que pocos años más tarde pudiera liarla parda en Amnesia. Esa es la influencia indirecta del bueno de Sven.
-Asumiendo la edad
El eterno complejo de Peter Pan debía acabar, ya fuera por recomendación médica o por puro sentido común. El matrimonio hizo que Sven Vath asumiera su edad y alopecia hace un año. Se rapó, usa gafas que le dan un aire de intelectual maduro que nunca tuvo, sigue haciendo cucamonas en las cabinas pero sin droga de por medio, aparentemente. Además, continúa fiel al vinilo y se lo sigue pasando fetén y haciendo bailar a la gente. Se ha tranquilizado y eso se nota en sus sesiones, buscando temas finos y con groove. Y ahí está demostrando que a los 50 continúa en plena forma. ¡Qué dure muchos años más!
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