La fiesta más hogareña llega a Madrid el viernes y a Barcelona el sábado
Homies regresa a la capital algo más de un año después. Es un buen momento para recordar que se trata de una serie de fiestas minoritarias que pretenden recuperar un añejo sabor ibicenco como de fiesta improvisada donde uno se sienta como en casa, y sino solo hay que recordar sus ediciones de Barcelona y de Ibiza, donde volverán a hacerse en la ciudad condal el sábado 1 de abril y en la isla blanca con una residencia en Pikes Hotel con fechas que se anunciarán más adelante. La temporada 2017 se abrirá este viernes en Madrid. El lugar, al igual que en Barna, es secreto y si quieres acudir tanto a una como a otra deberás escribir un privado aquí.
Homies regresa a la capital algo más de un año después. Es un buen momento para recordar que se trata de una serie de fiestas minoritarias que pretenden recuperar un añejo sabor ibicenco como de fiesta improvisada donde uno se sienta como en casa, y sino solo hay que recordar sus ediciones de Barcelona y de Ibiza, donde volverán a hacerse en la ciudad condal el sábado 1 de abril y en la isla blanca con una residencia en Pikes Hotel con fechas que se anunciarán más adelante. La temporada 2017 se abrirá este viernes en Madrid. El lugar, al igual que en Barna, es secreto y si quieres acudir tanto a una como a otra deberás escribir un privado aquí.
En la capital promete ser un lugar escondido en pleno centro de "los que te quedas ojiplático cuando lo descubres" (nota de prensa dixit). Contará con varios rincones y espacios que serán debidamente decorados y que incitan a muchos juegos visuales. En cuanto a la música el sonido Balearic en sus aceptciones más Disco y House será lo que predominará como manda la tradición y artistas como Álvaro Cabana, Elodium, Christian Len y Camilo Miranda se encargarán de repartir los beats más variados. Un día después el proyecto llega a Barcelona de nuevo y contarán con Dadame, Miber y los residentes Len / Miranda en cabina.
Lo que más llama la atención de este tipo de fiestas es que son muy minoritarias, ya que el aforo no llega ni a la centena (no más de 80 personas) y pagando una pequeña contribución no especificada habrá barra libre como si se estuviera en un guateque. Que estos eventos sean algo tan reducido no es por una cuestión de exclusividad sino para dar esa sensación de cercanía hogareña. La organización pone dos requisitos básicos para poder acudir: egos fuera y mentalidad musical abierta. Algo que nos parece sumamente acertado.
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