Griessmuehle no se rinde

Una manifestación de cientos de personas que protestaron contra el inminente cierre del club berlinés



Seguimos a vueltas con Griessmuehle y su lucha en lo que podría ser sus últimos coletazos en su ubicación actual. Y es que la organización y promotores no se rinden en su lucha por reconocer la cultura de club de la capital alemana y que tenga un valor que la proteja de la pura especulación inmobiliaria, que es el gran problema de fondo de todo esto. Ayer a las 4 de la tarde se convocó una manifestación a las puertas del ayuntamiento local del barrio de Neukölln para protestar contra el cierre del club.

A la cita acudieron cientos de personas de todo tipo y condición desde clubbers hasta vecinos de todas las edades (hay que recordar que en Griessmuehle se realizan actividades como mercadillos, proyecciones de películas y reuniones vecinales). Hubo banderas y pancartas con lemas como Let Us Dance, Hard Trance Against Profit y la reformulación de las combativas siglas ACAB (All Cops Are Bastards) por All Clubs Are Beautiful. También se dispuso un escenario con un soundsystem desde el que sonaron temas clásicos de música electrónica y donde varios políticos y partes interesadas pronunciaron breves discursos.

El más destacado fuel el de Falko Liecke, teniente de alcalde de Neukölln, que al grito de "¡Clubkultur ist Kultur!" se ganó los vítores de la jornada.

El contrato de alquiler de Griessmuehle con los propietarios del terreno expira el próximo viernes por lo que este fin de semana sería su última fecha. Sin embargo, ante el revuelo causado, SIAG les ha permitido tres días más de actividad por lo que el club permanecerá abierto, al menos, un fin de semana más con una fiesta de despedida de la mano de Cocktail d'Amore.  ¿Conseguirán con ello algo más de tiempo para luchar contra el cierre o la suerte ya está echada y tan solo ha sido una prórroga de gracia de cara a la galería?

Lo que resulta llamativo y admirable es la capacidad de movilización de los berlineses por defender su cultura de club. Algo impensable por estos lares. 


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