El productor presenta su álbum debut, Stage of Loyalty, en el sello de Nina Kraviz
Siempre diremos lo mismo sobre Nina Kraviz, más allá de lo que pueda gustar a cada uno como artista, su labor de busca y captura de nuevos sonidos y productores desconocidos a través de su sello трип es encomiable. Posiblemente sea uno de los mejores sellos en el apartado techno de los últimos años. Sobre todo porque se ha convertido en un radar para situar en el mapa a artistas rusos que sin el altavoz de Kraviz seguirían en la sombra para un público más mayoritario. Ese es el caso de Roma Zuckerman que tras haberse estrenado en трип en 2017, ahora presenta su primer trabajo de larga duración bajo el título de Stage Of Loyalty. Una obra en la que se explaya en su concepción del techno donde no tiene miedo a explorar diferentes sonoridades pero manteniendo una esencia muy analógica y rugosa.
Zuckerman, proviene de la fría ciudad rusa de Krasnoyarsk, y ha dedicado gran parte de su vida a la música experimentando con el sonido. De casta le viene al galgo porque fue el padre de Roma, un maestro en ingeniería informática, quien inspiró su interés por los dispositivos mecánicos como dispositivos de medición, interruptores, resistencias, transistores y fusibles influyen en el proceso creativo del productor siberiano. Por tanto su sonido está automatizado y calibrado hasta las partes más pequeñas, como corresponde al equipo analógico. Eso se traduce en un sonido hipnótico y repetitivo creando una sensación de completo aislamiento de la rutina, pero su carácter frío y crudo es lo que le hace tan atractivo creando una suerte de suspense que mantiene al oyente en tensión. Todo esto lo explota definitivamente en Stage Of Loyalty con nueve tracks en los que no duda en dejarse llevar y no encerrarse en una sola posibilidad creativa.
Primero nos encontramos con un techno minimalista a un ritmo sosegado con el que abre fuego en 'Syntax Process' -también lo hará en 'Digitalization' más adelante- donde también vamos a observar un recurso vocal al que no renuncia en no pocas de sus producciones. Prueba de ello es 'Ask Vahid For Hit' donde su gancho es un sample vocal y un ritmo que emana funk que le hace irresistible. Tema juguetón del que cualquier dj con un mínimo de habilidad y psicología de pista puede sacar petróleo.
El desbarre fiestero llega con la concisa 'Disposition', un chute de energía que no llega a alcanzar los cuatro minutos, en los que demuestra que también puede hacer música para hacer el cabra loca. Divertimento sin más. Harina de otro costal y mucho más serio es 'Frequency Hole 4' en el que se mete en arenas de un techno más clásico, tradicional y oscuro, cosa que repetirá en 'Frequency Hole' para cerrar el álbum. En 'Disposition part 3' retoma el techno más desfasado pero con un toque ácido y triposo donde saca músculo.
En el sentido del techno a modo de viaje hay que destacar su propuesta 'If I could find out something about the future' que tiene una intensidad destacable y cierto gusto por lo trancero. Y es que no tiene miedo a otros estilos como queda demostrado en 'I Like You' en el que extrae un carácter italo donde las melodías funcionan a la perfección. Dos temas que hacen de acertado contraste y que nos permiten deleitarnos con un techno siberiano con una variedad que no cierra puertas a nada.
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