Oranges And Lemons es una actualización del sonido con el que conquistaron a una generación
¿Cómo encarar una vuelta al ruedo musical once años después de tu último lanzamiento y con un hit atemporal creado en los inicios de tu carrera del que posiblemente nunca llegues a igual su impacto en la memoria colectiva? No me puedo imaginar las dudas e interrogantes que Alastair Douglas y Rhys Evans habrán tenido que sopesar para volver a retomar The MFA, un proyecto que parecía totalmente agotado hace siete años con cada miembro de la formación dedicado a otros menesteres alejados de la música. Una pandemia a nivel global les ha vuelto a reunir en un estudio desde la publicación de Throw It Back (We Will Destroy You) editado en 2009 en Border Community. Ahora es el sello alemán Traum el lugar en el que se produce este retorno que nadie esperaba, que nadie pidió y que, sin embargo, es más que bienvenido para todos los que nos dejamos seducir por su sonido melódico hace más de 15 años.
Este trabajo compuesto por tres cortes originales y una remezcla de Extrawelt no nos vamos a encontrar nada novedoso que nos haga llevarnos las manos a la cabeza, ni tampoco estamos ante un descarado refrito de ideas ya transitadas. Lo que nos ofrecen es una actualización del sonido con el que The MFA conquistó los oídos de los amantes del progressive-house que ha derivado en gran parte en lo que se conoce hoy en día como techno melódico. Y con un pie más en el pasado que en el presente, sea dicho de paso, es donde este trabajo de The MFA te gana. Se nota que la dupla londinense entiende la música de baile de una manera muy particular y aunque se quieran poner al día, su mojo no lo han perdido y vuelven a poner de actualidad unas sensibilidades y tonos que nos hacen volver a otra época.
'Orange And Lemons' es ese sonido proggry en el que las fronteras estilísticas se difuminan pero donde las melodías no se negocian. Es inevitable no echar la mirada atrás y concebir esta producción como un tema en el que pasas por diferentes estados de ánimo pero que siempre busca el extásis cómplice de una pista de baile. Un track que es todo un fastidio que no pueda pincharse en condiciones normales en un club. Y al que por si fuera poco se le añade una remezcla de Extrawelt, otro de la vieja guardia de Border Community, aún más incisiva y retozona si cabe.
Pero hablar de The MFA es tener que hacerlo de 'The Difference it Makes' les guste o no. Todo su trabajo estará a la sombra de ese himno. Y lo saben. Por eso es un gustazo escuchar en este EP, una producción como 'Panacea' que podría ser el reverso oscuro de aquél track inmortal que incitaba a la felicidad más plena. Nueve minutos de puro viaje en la misma clave que su obra maestra pero con un cariz totalmente diferente, con una luminosidad más ténue y menos pastel. Todos los elementos de su hit están aquí desde voces celestiales hasta sus hipnóticas líneas de bajo y ritmos que tienen parecidos más que razonables pero que los productores, como buenos prestidigitadores, haces que mires hacia otro lado con la cantidad de detalles de FX y capas sonoras que utilizan. Todo nostálgico esbozará una sonrisa tonta cuando acabe de escucharlo.
Y quizá la joya oculta del EP sea 'One Way' donde podamos intuir por dónde pueden ir el camino de The MFA en el futuro. Un tema animado que muta y se transforma pero donde nunca se pierde el pulso. Posiblemente el corte más equilibrado y con el que de verdad esta este retorno tenga más sentido del que podamos pensar.
Lo que queda claro es que quien tuvo, retuvo. Y The MFA han reverdecido laureles demostrando que no han perdido su mojo.
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