Leon Vynehall se eleva a nuevas alturas en Rare, Forever

Por Mariana Martínez


 

Siempre me he preguntado cómo suena el infinito. Construido a partir de un sentimiento sin limitaciones, "Rare, Forever" encuentra a Vynehall expresándose en momentos fugaces de libertad, creando un espacio sonoro en el que nada es constante. A medida que el álbum progresa, encontramos claros indicios del ingenio de Vynehall, un trabajo denso de más de 37 minutos que está impulsado por la intuición y una energía vigorosa. 

Como su álbum anterior Nothing Is Still miraba a su pasado, en este trabajo Vynehall es inspirado por el presente. Cada canción se siente como un organismo que respira y evoluciona, consciente de sus complejidades y capas, diseños conceptuales en un estado de cambio persistente. Vynehall continúa explorando composiciones innovadoras en Rare, Forever, centrándose más en las texturas y la experimentación en lugar de seguir un arreglo estructurado. Recordado en la portada del álbum, Vynehall traza paralelismos del proyecto con una serpiente que crece y se deshace de su piel, un trabajo que amplifica el aquí y el ahora. 

'¡Ecce! Ego!' se abre con cuerdas opulentas, que marcan un estado de trascendencia, indicando el precedente para las composiciones elevadas y expansivas que se avecinan. Es en estas notas de apertura que encontramos los detalles intencionales que Vynehall usa para elaborar cada canción. 

Las pistas como 'In> Pin' son pronunciadas y de naturaleza oscura. La composición conflictiva genera impulsos caóticos solo para que el productor guíe cuidadosamente al oyente a través del laberinto de sus producciones con un método inteligente y atrevido. Aunque todavía encontramos algunos de sus temas recurrentes de cuerdas y saxofones, son los patrones fortificantes y las influencias del club lo que realmente hacen que este LP se destaque espectacularmente. 

 'Snakeskin Has Been' hierve a un ritmo lento con tonos esporádicos, imponiéndose en arreglos de baile familiares. A medida que la pista empieza a recoger con un paso firme, las escalas se desenredan con una complejidad generosa de bajos subvertidos y melodías alteradas. 

Una pista claramente cinematográfica 'An Exhale' se construye en un crescendo de sintetizadores: una epifanía que demuestra el peso emocional que la música electrónica puede sostener. Con cadencias esporádicas y vibraciones armoniosas, Vynehall levanta esta composición incoherente hacia una visión efervescente, generando emociones de liberación y optimismo. 'All I See Is You, Velvet Brown' remata el álbum con un brillo cálido, solo para distorsionar la pista y convertirla en otro testimonio de experimentación. 

Es evidente que Vynehall se expresa con gran confianza en este álbum, empujando sus producciones a territorios que solo pocos productores pueden encapsular. Rare, Forever se desenvuelve como una declaración de expresión audaz, liberando una creatividad que solo se encuentra con años de producir. Con su sagacidad para crear bandas sonoras transformadoras, Vynehall está llevando nuestra comprensión del género electrónico a nuevas alturas.

 

________________________

Puedes encontrar a Mariana Martínez en Twitter e Instagram

Comentarios

Manuel Rus ha dicho que…
Unos buenos ritmos que puede generar, es ahora facil poder experimentarlos con maneras de consultar todo a un clic