'Skycrapers' para pistas de baile de Tulum o villas ibicencas
'Skyscrapers' es un verdadero hit. No se puede negar. Nina Kraviz bien lo sabe desde el momento en el que lo compuso siendo una de las mejores canciones de la siberiana de los últimos años por ese inesperado giro pop que, no nos vamos a engañar, le sienta fenomenal. Con un caramelito comercial así las remezclas es un asunto que cae por su propio peso. Porque siempre es interesante ver la visión de otros artistas cuando hay una materia prima con tanto jugo que sacar. La primera de estas remezclas corre a cargo de una figura como Solomun, que este mismo año publicó su segundo álbum de estudio, Nobody Is Not Loved, que contaba con las colaboraciones de Jamie Foxx, Planningtorock, Zoot Woman, ÄTNA, Anne Clark, Isolation Berlin y Tom Smith entre otros. En esas ligas se mueve el bosnio-alemán que es toda una celebridad.
La percepción de que el personaje hace muchos años que se comió a la persona flota en el aire con el bueno de Mladen y eso es algo que para bien o para mal se refleja en el plano artístico. Sin embargo, Nina Kraviz le tiene aprecio y le considera un tipo increíble. El bosnio fue de las primeras personas que la invitó a pinchar cuando era una desconocida y Solomun se hacía un hueco en la escena europea dirigindo el club Ego en Hamburgo. Favor con favor se paga y la siberiana le deja en bandeja de plata su temazo para que le de su toque personal.
El resultado, por más que uno lo escucha, por más que uno intenta sacar algo positivo, se queda muy atrás de lo que aporta el original. Solomun ha querido hacer algo más pistero reconfigurando la voz de Kraviz, una decisión valiente. Pero, aunque lo definan como la modernización del track con un barniz épico para las horas calientes de clubs y festivales, la sensación es que es algo muy ramplón y con un Solomun en piloto automático contando los billetes. La melodía arpegiada le falta mucha pegada y por momentos no es que no solo no incite a bailar es que puede llegar a irritar.
Con 'Skyscrapers' se podrían hacer maravillas de remezclas con creatividad e imaginación pero este, precisamente, no es el caso. No sabemos cómo Kraviz ha permitido dar luz verde a esto pero el motivo más realista es que la siberiana no es tonta y sabe que la marca Solomun se vende sola, sobre todo para los posturetas que les gusta pegarse la fiesta en Tulum y en villas ibicencas.
Aquí dejamos el tema, que se publicó el pasado viernes, para ver qué os parece.
Y para desquitarnos también os ponemos el videoclip de la canción original, que en su momento por las vacaciones no lo publicamos, que fue dirigido y editado por la propia Nina Kraviz.
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