El dj y productor linarense se estrena en largo con I Know You'll Be Here opositando a disco nacional del año
A veces los sueños se cumplen. Y si no, que se lo pregunten a GAZZI, que prácticamente desde el anonimato parece que va a dar una fuerte sacudida en el ámbito electrónico nacional. Estamos hablando de un dj y productor que con un par de tracks, edits, remixes y EP's ,que han visto la luz en su Bandcamp y Spotify, ha conseguido llamar la atención de festivales como Sónar o Primavera Sound. Agencias como LastTour le han hecho un hueco en el ciclo de conciertos que Bilbao BBK Live ha programado para este otoño, compartiendo noche y escenario con todo un Caribou. Su nombre en los corrillos underground está sonando con mucha fuerza y eso siempre es sintomático de que algo gordo puede eclosionar. Pero, ¿quién es GAZZI?
Se trata de un semi-desconocido room-producer linarense afincado en Granada desde hace casi 10 años y que se le puede asociar al colectivo MAREO con Chico Blanco y cía al que remezcló ‘Cola Cao’ en 2020. A finales de 2019 empezó a publicar un material con mucha influencia de la bass music británica y el post-dubstep, pero fue en plena pandemia cuando destacó con unos edits realizados durante la cuarentena con los que realmente llamó la atención en las redes y el foco comenzó a ponerse sobre él.
El gran valor de este joven productor es que aporta una frescura inusitada a la hora de entender la música electrónica con un pensamiento abierto, sin restricciones de géneros y estilos. Una visión cosmopolita donde todo cabe y que le permite jugar con diferentes códigos para configurarlos a su criterio y libre albedrío, entregando producciones que pueden sorprender a los oídos más sibaritas. Todo ello sin importar las herramientas, porque aquí lo que marca la diferencia es la creatividad y la imaginación de quien las usa.
Su prueba de fuego, y que confirma todo lo anterior, es I Know You'll Be Here, su primer disco que ya ha editado el sello sevillano Breaking Bass Records tanto en cassette como en formato digital. Un álbum debut repleto de ingenio y de recursos para sonar de una forma nostálgica pero luminosa. Por supuesto que es una obra rica en ritmos rotos, faltaría más siendo andaluz, pero lo que conquista son esas vocales chopeadas y pitcheadas además de unas atmósferas que marcan nebulosas líneas ambient que remata con mucho gusto con melodías entre lo energético y lo melancólico.
Sus referencias explícitas se encuentran en nombres como Burial, Four Tet, Yaeji y Traumprinz entre otros. Eso son palabras mayores. Pero es que I Know You’ll Be Here es como si todos esos artistas hubieran sido mezclados y agitados en la misma coctelera para entregar un disco con un sonido reconocible y muy particular que sacia cualquier expectativa. Definitivamente, tenemos algo gordo entre manos.
Este LP tiene un comienzo avasallador con ‘Murta’ donde se nota que este productor sabe manejarse en estructuras micro-houseras que no paran de mutar para luego dejarnos con la boca abierta con la belleza sonora de ‘Boy’ al que acompaña un videoclip que muestra que con pocos recursos pero bien utilizados se puede hacer mucho arte. A partir de aquí cualquier cosa puede suceder y la mente se te abre con el caleidoscópico e hipnótico ‘Cenefa’, te explota con la potencia de ‘Escape’ o sencillamente puedes dejarte llevar la profundidad y calma que inspira ‘Bus Station’, el tema más puramente ambient del disco.
En su segunda mitad la calidad no es que no baje, es que crece exponencialmente con el cálido y emotivo ‘Everyday’, te atrapa con la fuerza de ‘I Know You’ll Be Here’, te hace querer quemar zapatilla con ‘Time’ o te induce en mundos oníricos como en ‘How I Do’. La traca final es un colofón llamado ‘Everywhere’ que te pone una sonrisa en la cara en cuanto reconoces su homenaje al sonido de Giegling y de All Possible Worlds.
A título personal he pinchado varios cortes en tres situaciones diferentes de la noche y todos han funcionado con la precisión de un reloj suizo, haciendo florecer distintas sensaciones en la pista de baile. Eso es indicativo de que estamos ante un disco del que se puede y se debe aprovechar todo porque ofrece diferentes variantes y alternativas. Una navaja multiusos que también se disfruta, y mucho en modo escucha, pero estás advertido que el cuerpo va a pedir movimiento.
Con todo ello queda demostrado que las diez producciones de Gazzi conforman un álbum debut que da pie a una prometedora carrera de la que habrá que estar atentos en los próximos años. El talento, la sensibilidad y la creatividad ahí queda más que patente. La fascinación por el poder de la imaginación tan bien planteado por este artista nos hace preguntarnos si más que ante una revelación nóvel, estamos ante el disco del año. Aquí lo tenemos claro.
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Una versión más reducida de esta reseña la podrás encontrar en el interior del número de octubre de la edición española de DJ Mag
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