La formación catalana presenta Tettsui con las dos direcciones, igualmente de divertidas, por los que transcurre un sonido que incita a bailar con descaro
Desde el Ampurdán llega un grupo de jóvenes productores como son Daniel 2000, Nile Fee, JP Sunshine y John Heaven que unidos forman Mainline Magic Orchestra que se han hecho un hueco en la escena barcelonesa apostando por un imaginario tanto visual como sonoro con mucho descaro. Un cruce entre un house baleárico divertido y con un irresistible punto surrealistamente hortera que se combina con un house más incisivo, ácido, nocturno y muy clubero. 'Xumba Xumba' fue el primer aviso de que algo diferente tenían estos chicos. Con la publicación de Tettsui, su primer EP que editan en una especie de colaboración entre Primavera Labels y Public Possesion, se confirma su creativa forma de jugar con distintos códigos que nos van a hacer bailar y sonreír a la vez.
Lo primero que llama la atención de este trabajo, y que describe perfectamente el espíritu de MMO, es la portada del álbum. Familiares y amigos de los cuatro miembros del colectivo formando sus iniciales en una piscina cubierta. En ese momento titulan el EP como el gimnasio que les ha permitido una foto tan icónica y poderosa. Así de cercanos, familiares y espontáneos se podría considerar su música. Y por eso entra tan bien al oído y a los pies.
Tettsui EP se compone de cuatro cortes que representan esas dos caras del sonido que facturan. Las dos primeras producciones tienen esa personalidad de música ibicenca de los 80 donde los toms se hacen notar. 'MMO Theme' es donde se presentan y tiene una letra que es una fantasía muy pero que muy hedonista que parece como si Locomia volviera a estar de actualidad. Imposible no pasarlo pipa cuando alguien pinche esto. Todo por las risas. Después tenemos 'Xumba Xumba' que sigue ese patrón de desenfreno y cachondeo donde todo vale. Se nota que se lo pasan pipa haciendo música. Su vídeo puede explicar mejor todo lo que significa este concepto tan desenfadado.
Los que prefieran los bailes más sudorosos con puñito arriba y botella de agua a compartir, tenemos por un lado el ácido 'Okilele' y el rítmico y oscuro y narcótico 'Jack Sparrow' donde sale a relucir el lado más contundente, golfo, nocturno y alevoso de una formación que si antes tenían nuestra curiosidad, ahora tienen nuestra atención. Porque, ¿quién no quiere volver a pasárselo bien una y otra vez? Aquí hay material para ello.
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