La sexta edición del festival, con todos los abonos vendidos, vuelve al sur de Madrid entre quejas vecinales
Por unas cosas o por otras, la irrupción de Mad Cool en el panorama festivalero hace que siempre haya un punto de polémica con este evento que hasta la fecha va a tener tres ubicaciones diferentes en seis ediciones. Primero se desarrolló en la Caja Mágica, un recinto al sur de Madrid capital que se quedó pequeño y que en su tercera edición hizo que buscaran un espacio en el norte, en Valdebebas, mucho más grande. Aquella edición de 2018 fue caótica pero aún así el festival parecía que había encontrado su lugar con dos ediciones en 2019 y 2022 sin sobresaltos. En 2023 han tenido que abandonarlo para volver al sur de la ciudad, concretamente al polígono industrial de Villaverde en un nuevo lugar donde los vecinos de la colonia Marconi y de Getafe Norte ya han mostrado su descontento con este proyecto por los ruidos.
La organización ha publicado datos de este espacio que ha sido diseñado cuidando hasta el último detalle para ofrecer una experiencia única del 6 al 8 de julio. En números esto se refleja en 185.000 metro cuadrados que albergarán un total de 8 escenarios por los que pasarán artistas tanto internacionales como nacionales de estilos diversos, siendo el escenario "Mad Cool" y el escenario "Madrid is Life" los que puedan congregar a más asistentes. Ya sabemos que el festival cuenta con un espacio únicamente dedicado a la electrónica.
También habrá 50 food trucks en una zona dedicada a una variada oferta gastronómica y cerca de la entrada se encontrarán los puntos más estratégicos del festival: el acceso principal, las taquillas, los stands de pulseración, las consignas y el punto de información, donde se podrán resolver al instante todas las dudas que puedan surgir entre los asistentes acerca del recinto, los servicios y la programación.
El gran gol de Mad Cool ha sido conseguir que la línea 3 de metro de servicio hasta las 4 de la mañana.
Aquí dejamos la disposición del recinto además de los horarios de cada día de un festival al que ya solo le quedan entradas de día. A pesar de todo sigue siendo un evento de gran reclamo por parte de un público que agotó los abonos demostrando que queda Mad Cool para rato.
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