NO CLUB de Zabala, el canto de cisne de Forbidden Colours

El músico y productor vasco entrega una obra de experimentación y vanguardia como la última referencia del sello de Aitor Etxebarria



Hace una década que el ahora reputado compositor de bandas sonoras Aitor Etxebarria, cuando todavía utilizaba el nombre de El_Txef_A como uno de los artistas electrónicos más interesantes de la escena nacional, fundó Forbidden Colours. Un sello que era la continuación espiritual en un principio de su anterior aventura discográfica, Fiakun, pero con unos matices que cada vez se alejaban más de la pista de baile para abrazar todo tipo de música desde lo contemporáneo hasta el rock, sin perder esa chispa electrónica. El pasado mes de septiembre se anunció que el sello cerraría tras 10 años de actividad. Pero aún le quedaba un as en la manga con la publicación de No Club, un LP firmado por Zabala que desde luego que recoge la esencia de lo que ha sido esta etiqueta.

Precisamente a Zabala, el proyecto más electrónico de Jon Aguirrezabalaga, lo conocimos hace cuatro años con la publicación de Martian Civilitation OST en este sello. Desde su afamado estudio El Tigre el vasco ha creado un álbum más íntimo en el que explora la fragilidad humana en un época de digitalización extrema donde cuesta discernir lo real y lo ilusorio. Un LP que a través de composiciones preciosistas y fascinantes presenta llaves que abren portales que nos trasladan a unos reinos de conciencia por descubrir.

Adelantos como 'Urtu' y 'Tantak' de los que ya dimos buena cuenta, nos indicaban un camino con una electrónica que nos remite a los Floating Points y Caribou más experimentales. Y eso en los tracks donde hay percusión porque a través de los 11 cortes que componen la obra, Zabala nos lleva por distintos vericuetos donde lo sintético y lo orgánico se entrelaza como una ensoñación que nos permite dejarnos en suspensión en el aire. El propio nombre indica que no es música de club por eso es recomendable su escucha tranquila y relajante ya que nos va a llevar a terrenos desconocidos como toda buena obra vanguardista que pretende envolver al oyente.

Por lo tanto, es un disco tan absorbente como expansivo con una sensibilidad plagada de abstracción que nos hace reflexionar sobre temas como la falta de intimidad en el mundo moderno actual, a menudo frío e implacable, o nuestra sobreexposición a estímulos externos. Ese es el corazón de un LP que cuenta con 11 canciones donde además colaboran figuras como Verde Prato, RRUCCULLA, Sara Zozaya y Liam de Full Cab. Todos ellos aportan más matices y profundidad a un álbum que se mueve de la agitación a la calma y viceversa para un experiencia auditiva que ha cautivado a figuras como Laurent Garnier.

Desde luego que No Club de Zabala es el canto de cisne perfecto para un sello como Forbidden Colours convirtiéndose a su vez en uno de los discos nacionales más interesantes de este 2024.

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