El mítico artista argentino ha fallecido a los 71 años
A lo largo del día de ayer nos enteramos del fallecimiento de uno de los hombres que pusieron los cimientos del clubbing en Ibiza y que influyó a los británicos en los 80 para desarrollar una manera de entender la música electrónica como la conocemos hoy en día. Hablamos del legendario Alfredo Fiorito, que ha fallecido a los 71 años según informó ayer Amnesia Ibiza con una cariñosa despedida al padre del Balearic Beat desde el club en el que fue residente a partir de 1983.
La historia dentro de la música de este argentino nacido en Rosario en 1953 arranca cuando tras varios años de residencia en Ibiza, a la que llegó en 1978 año en el que quedaría deslumbrado por un concierto de Bob Marley, comenzó a pinchar en la barra de Be Bop, un bar situado en la ciudad de Ibiza cerca del puerto y donde trabajaba como barman. Allí experimentaba con sonidos rock, funk y soul, y paralelamente también fue requerido en la terraza de Amnesia lo que fue todo un cambio de paradigma. Allí pudo desarrollar sesiones maratonianas añadiendo pinceladas del house primigenio pero apostando por las caras B de corte más dub de vinilos planchados en sellos de Chicago como Trax o DJ Internacional. Junto a su olfato para seleccionar distinguidas piezas de disco y pop le hizo generar una corriente musical denominada Balearic Beat que le supuso convertirse en el DJ residente de Amnesia durante toda la segunda mitad de la década de los 80. Él definió el espíritu indómito, eufórico y bohemio de la isla a través de la música.
La esencia y el halo underground pronto se convirtió un reclamo e hizo que su reputación subiera como la espuma. Un pionero, considerado nuestro Larry Levan, que influenció a artistas como Danny Rampling, Paul Oakenfold, Nicky Holloway y Johnny Walker que trasladaron a su manera esta forma de concebir la música de baile a la escena británica en 1987. El movimiento rave y el acid house tuvo una inspiración primaria en la figura de Alfredo. Todo lo que vino después en los 90 ya es historia.
A finales de los 80 coronaba la edición británica como mejor DJ del año y en 1990 pasó a ser el residente de Pachá Ibiza. En 2021, aún en activo, sufrió un derrame cerebral y en marzo de este mismo año se hizo un llamamiento para sufragar los gastos médicos para sus necesidades en la residencia de ancianos donde vivía.
El legado de Alfredo continúa en nuestros días a través de su hijo Jaime Fiorito, Dj y productor ibicenco que mantiene una visión de entender la música de una forma única. Descanse en paz ¡LEYENDA!
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