La nueva temporada de Up dio el pistoletazo de salida el pasado viernes con un enérgico set de tres horas a cargo de Paco Osuna.
Lo siento, en este post se va a hablar muy poco de música. Ni siquiera tenía en mente realizar una crónica del evento. No tengo material gráfico que adjuntar a mis palabras. De hecho, en un principio, ni siquiera hubiera aparecido por esta reentré si no se hubiera cancelado la actuación de Superpitcher en Mondo del día anterior. Entonces, ¿por qué escribir sobre ello? Pues porque he visto una mejora a nivel de club que viene a ser la confirmación del éxito de la temporada anterior. Me explico.
La sesión Up nació en septiembre del año pasado y tuvo su repercusión en los meses que estuvo abierta. Era/es la competencia directa de Danzoo y mucho público emigró de la sala junto con el booking de artistas que llevaba el nuevo proyecto. A bote pronto recuerdo que han pasado Marc Houle, Dominik Eulberg, Troy Pierce, Félix Krocher o Cora Novoa entre otros. Y sólo en lo referente a artistas foráneos. Si a esto se suma la zona donde está encuadrada la sala Penélope, es decir, Moncloa (lo que equivale a ambiente muy joven y universitario), demasiado mal se tienen que dar las cosas para que la pista de baile esté vacía.
Sin embargo, y a mi modo de ver, a la sala le faltaba más sonido y una clientela más madura musicalmente hablando. Y digo esto porque la diferencia de sonido era brutal según en que zona te pusieras, cuanto más cerca de la barra mayor desconexión con el artista. Además, ver a bastante gente muy joven que a saber el motivo por el que iban al Up, del que desde luego no era la música, también era algo que desentonaba y pudiendo llegar a enrarecer el ambiente.
Pero estos pequeños puntos negros parece ser que se han solucionado. Lo primero a destacar, tras un rápido acceso a una sala que presentaba una buena afluencia de público, fue el nuevo equipo de sonido que han incorporado. No había necesidad de estar en primera línea de fuego para disfrutar al 100% del set que ya estaba ofreciendo el artista catalán (lamentablemente no llegué a tiempo para escuchar el warm-up dispensado por los gallegos In&Out Project). Lo segundo que llamó la atención fue el tipo de gente más acorde a lo que es la cultura de club. Allí todo el mundo sabía lo que iba a escuchar y disfrutar. Eso se notó, por ejemplo, en el cierre: la sala seguía presentando un buen aspecto en comparación con otros cierres en los que estuve la temporada pasada, no pasando de 40-50 personas esperando el último disco aunque 3 horas antes estuviera a reventar el aforo.
La conclusión de todo esto es que si se programa bien, si la mejora de sonido es evidente y si el tipo de público del viernes no falla, la consolidación de una propuesta como Up será algo que celebrar.
PD: El set de Paco Osuna en la línea de los últimos años. Minimal-techno calculado y ejecutado con maestría. No tengo nada más que añadir señoría.
Lo siento, en este post se va a hablar muy poco de música. Ni siquiera tenía en mente realizar una crónica del evento. No tengo material gráfico que adjuntar a mis palabras. De hecho, en un principio, ni siquiera hubiera aparecido por esta reentré si no se hubiera cancelado la actuación de Superpitcher en Mondo del día anterior. Entonces, ¿por qué escribir sobre ello? Pues porque he visto una mejora a nivel de club que viene a ser la confirmación del éxito de la temporada anterior. Me explico.
La sesión Up nació en septiembre del año pasado y tuvo su repercusión en los meses que estuvo abierta. Era/es la competencia directa de Danzoo y mucho público emigró de la sala junto con el booking de artistas que llevaba el nuevo proyecto. A bote pronto recuerdo que han pasado Marc Houle, Dominik Eulberg, Troy Pierce, Félix Krocher o Cora Novoa entre otros. Y sólo en lo referente a artistas foráneos. Si a esto se suma la zona donde está encuadrada la sala Penélope, es decir, Moncloa (lo que equivale a ambiente muy joven y universitario), demasiado mal se tienen que dar las cosas para que la pista de baile esté vacía.
Sin embargo, y a mi modo de ver, a la sala le faltaba más sonido y una clientela más madura musicalmente hablando. Y digo esto porque la diferencia de sonido era brutal según en que zona te pusieras, cuanto más cerca de la barra mayor desconexión con el artista. Además, ver a bastante gente muy joven que a saber el motivo por el que iban al Up, del que desde luego no era la música, también era algo que desentonaba y pudiendo llegar a enrarecer el ambiente.
Pero estos pequeños puntos negros parece ser que se han solucionado. Lo primero a destacar, tras un rápido acceso a una sala que presentaba una buena afluencia de público, fue el nuevo equipo de sonido que han incorporado. No había necesidad de estar en primera línea de fuego para disfrutar al 100% del set que ya estaba ofreciendo el artista catalán (lamentablemente no llegué a tiempo para escuchar el warm-up dispensado por los gallegos In&Out Project). Lo segundo que llamó la atención fue el tipo de gente más acorde a lo que es la cultura de club. Allí todo el mundo sabía lo que iba a escuchar y disfrutar. Eso se notó, por ejemplo, en el cierre: la sala seguía presentando un buen aspecto en comparación con otros cierres en los que estuve la temporada pasada, no pasando de 40-50 personas esperando el último disco aunque 3 horas antes estuviera a reventar el aforo.
La conclusión de todo esto es que si se programa bien, si la mejora de sonido es evidente y si el tipo de público del viernes no falla, la consolidación de una propuesta como Up será algo que celebrar.
PD: El set de Paco Osuna en la línea de los últimos años. Minimal-techno calculado y ejecutado con maestría. No tengo nada más que añadir señoría.
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