Juan Arroba es un fuenlabreño, algo desgarbado con barbas y pelo largo como si hubiera sido protagonista de la película Naufrago. Su pausa al hablar es inversamente proporcional a la rapidez con la que se enciende el siguiente pitillo. Además de esa tranquilidad, no confundir con pasotismo, es del Atleti, lo que le hace ganar en simpatía para/con el que suscribe. Bajo el americano nombre de Meterius Johnson se esconde su alma más negra, que es de donde emana su amor por el Slow-house, esa variación del deep-house con bpm´s bajos. Tras publicar en sellos como Alma Soul Music, Avant Roots o Lovely Records, ahora el sello barcelonés Neovinyl le echa el guante para publicar -hoy mismo- Love Town.
En Love Town, corte que da nombre al trabajo, el productor vuelve a ser fiel a sí mismo con su clásico discurso donde no importa la velocidad a la que lo recites sino la profundidad que hay en él. Se puede denominar como un viaje cálido con una férrea estructura basada en un bombo robusto y unos acordes que se repiten constantemente. A fuego lento el tema crece gracias a tres elementos secundarios que roban el protagonismo a la melodía: La aguda voz de Memphis, la conga perfectamente insertada y ese efecto a modo de destello que aporta dinamismo. En definitiva, tenemos una gran banda sonora para esos momentos tranquilos y relajados para bailar con la cabeza asentando que ésto es buena mierda.
Ekkohaus se encarga de remezclar el track. Uno cruza los dedos para que suene lo menos posible al tech-housero sello Moon Harbour y así no cargarse la esencia deep de la producción. Y hay suerte porque con subir un poco el ritmo, además de potenciar la vocal, sale un tema cargado de elegancia groovy para cualquier pista de baile.
Con el segundo corte original, Violet Stone On Sand, el productor opta por un camino más balearic y fresco sin abandonar un sonido negroide. Un tema perfecto para terrazas en esta época veraniega. Y es que escuchas esto y hueles el mar. La remezcla de Fog es menos paisajista y mucho más densa con un bassline que lo inunda todo. Un deep house más sintético y retrofuturista que por momentos roza el nu-disco pero sin eliminar el patrón principal de que aquí se baila despacio. Si ya se lo dijo Arda Turan a Mario Suarez cuando le estaba rapando tras la final de Copa: Slowly cabrón!
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