Bailando en el cuarto de baño
Todos conocemos Boiler Room y la popularidad que ha alcanzado. Para el que viva en Marte y no sepa a qué nos referimos, se trata de una retransmisión de una actuación de un artista electrónico ya sea en formato dj set o live donde la gracia del asunto es que el público lo tiene detrás de él para ver como baila la gente su música desde una toma frontal. Una visión para observar la pericia del Dj en cabina y una forma de ver la reacción de, al menos parte, su público. Estos eventos se pueden dar en diferentes ámbitos, ya sea un club, un festival, en la habitación de un hotel que acabe en una guerra de almohadas o en las diferentes cabinas del London Eye (la más espectacular de todas hasta la fecha). Incluso en Barcelona y Madrid se hicieron una, pero correremos un tupido velo sobre todo con la segunda.... El caso es que este tipo de eventos a veces son objeto de mofa por el alto índice de postureo que están alcanzado donde a veces parece que es más trascendente ver qué personajes se colocarán detrás del artista que el propio artista en sí (y vuelvo a pensar en la Boiler madrileña con una chica ebria repartiendo vaya a saber usted qué). Se han hecho parodias con montajes sonoros, pero nadie se había atrevido a ir un paso más como hacer una fiesta en un espacio tan reducido y tan poco proclive como un cuarto de baño. Y básicamente eso es Toilet Room.
En la primera edición han contado con el británico Paleman, que edita música en sellos como School y Swamp 81, para hacer bailar a todo el mundo que cabía en la ducha y usando el w.c como improvisado podium. Vamos, un cachondeo aderezado con buena música.
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