Moodymann, Jacques Greene y Mano Le Tough como principales reclamos en sus dos fechas de este mes
Las dos citas dominicales de Brunch Electronik del día 10 y 29 de marzo, se saldaron con un rotundo éxito, eso sí no exento de pequeñas incomodidades para el público que pueden surgir en un estreno de un festival como este por el que desfilaron Âme, Dj Koze, Joy Orbison o Session Victim. El festival vuelve en abril en la Plaza Mayor y el teatro de El Poble Espanyol con más madera para domingo 12. Un cartel que encabeza uno de los maestros del House americano como es Moodymann y una de las perlas de la música de baile vanguardista como el canadiense Jacques Greene. Junto a ellos estará la crew de la tienda barcelonesa Discos Paradiso, uno de los centros neurálgicos de la cultura electrónica de la Ciudad Condal.
La segunda fecha del mes para Brunch Electronik Barcelona será el domingo 26 con un especial Red Bull Music Academy con Mano Le Tough como protagonista. El irlandés estará bien flanqueado con los directos del madrileño Pional y el barcelonés Sau Poler.
Bonobo, The Hacker, Clip!, Pedro Vian, Joris Delacroix, Akufen o Pedro Bucarelli son artistas que recalarán el 5 y 24 de mayo.
Este evento también se concibe como un encuentro familiar con una amplia programación infantil ya que habrá muchas y variadas actividades para disfrutar con los pequeños de la casa. Talleres de huerto urbano, gastrotalleres, roller dance, hip hop y breakdance, rocódromo o camas elásticas, entre ellos.
El próximo 12 de abril el sello y tienda de música Subwax instalará una tienda pop up de vinilos. Habrá también Street Market con una amplia selección de firmas locales y tesoros vintage. La propuesta gastronómica corre a cargo del equipo del Filete Ruso: productos ecológicos y de kilómetro 0, frescos y de calidad para coger fuerzas antes de las sesiones de Djs.
En la primera edición del Brunch Electronik en el Poble Espanyol hubo ciertos problemas y la organización se muestra decidida por mejorar ciertas prestaciones del festival. Por ello se ha decidido reducir el aforo a 4000 personas, así como redistribuir la organización del espacio. También se han multiplicado las barras, los baños y los puntos de cashless.
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