Nada de perros policia en la puerta del club
Retomamos la noticia de hace un año sobre Fabric London en la que por los pelos y gracias a una presión vía Change.org de miles de clubbers se salvó de un cierre cantado por el Ayuntamiento de Islington debido a cuatro muertes en un corto periodo de tiempo a consecuencia del consumo de extásis. Finalmente se logró continuar con la actividad pero con el coste de unos cacheos a fondo en puerta incluyendo perros rastreadores de droga, además de una identificación personal de cada cliente. Obviamente ante estas condiciones, los propietarios recurrieron a los tribunales al creer que eran excesivas a la par que muy costosas. Como el asunto estaba en apelación las medidas propuestas por el Ayuntamiento nunca se llegaron a implantar. Y ahora tenemos la resolución final del caso.
Y esa es que Fabric ha ganado el recurso por lo que finalmente Cameron Leslie y Keith Reilly se han salido con la suya. No habrá ni perros rastreadores, ni escáneres de identificación en el club nocturno según lo dictaminado por el Tribunal. Tal y como anunciaron hace un año los propietarios de Fabric habrá otro tipo de medidas por parte de la organización para continuar con la tolerancia cero respecto al tema de las drogas, pero no se llegará a los extremos de una aduana de vuelos calientes de Barajas. Los clubbers ganan.
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