La alemana se presenta en sociedad con un sólido mini-album en Mojuba Records
Vivimos en unos tiempos en los que, por norma general, un DJ necesita desarrollar su faceta como productor que a veces quizá no tiene tanto que ver como una expresión artística fluída y sí como algo más puramente promocional. La producción habitualmente es el corte que puede separar al profesional del amateur y esas prisas por mostrar que uno también sabe producir suele resentirse en la calidad. Hay un tipo de artistas que llegan a esta situación de forma natural y con verdaderas inquietudes artísticas tomándose su tiempo prudencial para sacar un material que no solo sirva para darse a conocer sino que se mantenga robusto a lo largo del tiempo. Conseguir eso en tu primera referencia es algo extraordinariamente complicado pero aquí tenemos a Vivian Koch que ha roto ese muro con The Owleon.
Pero ¿quién es Vivian Koch? Natural de Jena, ciudad situada en plena Turingia alemana, es una joven dj y productora asentada en Berlín y con las ideas claras de lo que pretende transmitir con su música que ya como dj se inclina hacía un electro de claro talante atmosférico y evocador. Es el 50% del proyecto Olympe Fatale junto a Jessica Tille (que se encarga del artwork de The Owleon), una propuesta en la que unen música junto a visuales y arte conceptual en una serie de fiestas que realizan periodicamente a lo largo de país teutón, y está ligada a la crew del sello Omnidisc.
Sin embargo ha sido Mojuba Records, el sello berlinés capitaneado por Don Williams y Oracy, quienes han apostado por el trabajo de Koch con la publicación de The Owleon. Se trata de un mini-album de seis canciones al que sencillamente se le describe como "electro cinemático de sueños sintéticos". Y la definición no va nada mal desencaminada.
The Owleon es una mezcla de muchas cosas. Empezando por su título que nos evoca a un animal imaginario creado por la propia artista uniendo a un búho y un león, en lo que un servidor cree que puede tomarse como una metáfora de lo que es la propia artista. Porque Koch nos demuestra que está despierta y atenta como el rapaz nocturno y al mismo tiempo ofrece un trabajo honesto y noble además de tener fuerza y garra como el rey de la sabana.
Haciendo de la escasez una virtud, lo que denota ingenio, el mini-LP ha sido compuesto con infinidad de plugins, una TR-8 para los ritmos y percusión y un teclado mk249. Con estas herramientas la de Turingia desarrolla unas narrativas a través de diferentes cortes en los que descubrimos su sensibilidad músical e influencias y que también nos ayudan a conocerla mejor como persona.
La cara A se abre con 'The Owl Watching You' que queda como una carta de presentación ideal que va a marcar el camino. Aquí los sintes nos meten de lleno en la oscuridad de un bosque, incluso simula los sonidos de un búho, donde Koch no rehuye de melodías y unos graves que aportan una profundidad envolvente. Cuando entra la percusión lo hace de forma cruda pero con un toque distintivo de elegancia. Estas son sus reglas de juego y son tremendamente seductoras lo que hace incitarte a seguir escuchando para averiguar cuál es el siguiente paso de una artista claramente influenciada por Steffi y Carl Finlow entre otros.
La intensidad sube en "Blondie Electrogoerl" en la que podría definirse como el autorretrato sonoro de Vivian Koch. Uno de los tracks más potentes y con más fuerza del EP. Primero zarandea pero luego acaricia con los elementos melódicos con un trayecto final puramente celestial, colorido y hasta cierto punto épico. Os imaginais una Helena Hauff dejando su instinto aniquilador de lado, pues sería algo parecido a esta epifanía.
Más abigarrado y volviendo a unas atmósferas más misteriosas se presenta 'Big Sur' donde el electro queda algo más difuso abrazando un discurso IDM y ambient con alguna reminiscencia aphextwiniana del SAW 85-92. Y eso son palabras mayores.
El viaje prosigue en una cara B con la producción más animada del mini-LP como 'When Will We Meet Again' en la que se nota una melancolía alegre con unos arpegios arrebatadores arropados por capas que te zambullen en un estado de trance. Ojo a cómo puede sonar esto en un club y las reacciones que puede provocar.
El penúltimo corte, 'Someone's Missing' es el que menos duración tiene y también el más desasosegante porque parece que nos quiere hablar sobre lo que supone una pérdida. También es el más oscuro y opresivo y por momentos hasta bastante esquizoide. De nuevo se aleja de electro para navegar por aguas más IDM.
Y si no habías caído rendido con los 5 cortes anteriores, Koch se saca de la manga un track final que redondea el conjunto y le sube dos puntos más su calidad con 'Healing'. Aquí estamos en un electro venido desde el futuro que a su vez respeta los clásicos de siempre y donde te das cuenta lo bien que esta artista tiene asumidos los códigos del género para darles la vuelta y hacerlos suyos. Un tema completamente definitorio que gana con cada nueva escucha. The Owleon es tan redondo, personal y brilla tanto que incluso puede ser un handicap de cara a su siguiente release. Aunque el que suscribe piensa que será una motivación.
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Foto: Ronja Falkenbach
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