El mítico club de vocación house y disco situado en La Latina presenta su programación de marzo
Marula es de esas salas pequeñas y acogedoras donde siempre ocurre algo. Durante prácticamente dos décadas ha sido el lugar predilecto para todos aquellos que quieren disfrutar de la música más orgánica en un espacio íntimo. La música más negroide y con más groove solía conformar su programación habitual con el disco, el house, el funk y el boogie como grandes estandartes del club situado a los pies del Viaducto de Segovia en plena Latina en Madrid. Sin embargo, con el estallido de la pandemia tuvo que cerrar sus puertas y la sala se puso en venta.
Ahora reabre sus puertas con una nueva gerencia, aunque con parte del equipo humano de su última etapa, y un nuevo nombre: Marula Club Madrid. La sala anuncia una pequeña serie de retoques estéticos y sonoros, pero sobre todo, manteniendo su magnética esencia y su programación basada en estilos como el funky, el house, o el disco. Y también dará cabida a la escena afroamericana, de la que siempre fue centro neurálgico.
El pasado fin de semana fue la reinaguración de una sala que abrirá de miércoles a domingos con una oferta musical dividida según sus horarios de apertura. Las noches volverán a ser territorio de sesiones de Dj's contando con artistas que ya conocen la casa como Javi Frías, Simón García o Wiggler para no perder su esencia, pero también contando con residencias de nuevos valores del clubbing madrileño como pueden ser Daniel Träumt, GTA o Carla Luque, y una apuesta por descubrir nuevas caras de la noche madrileña. También habrá una apuesta por artistas internacionales para enriquecer aún más su propuesta. Por las tardes y desde los miércoles se retoman los conciertos y los domingos se dedicarán al soul, r&b, jazz o lives de electrónica.
La sala pretende mantener sus precios históricos salvo cuando cuenten con la presencia de artistas internacionales. Una decisión para huir de cifras infladas que se han creado post pandemia.
Aquí dejamos la programación del mes de marzo de un clásico de la escena madrileña que vuelve con fuerza.
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