El disco ve la luz a través de Subsist Records
En los últimos años el Dj y Productor Víctor Santana ha aparecido en diferentes sellos como EPM, Involve, ART21, Motech o Gemoétrika FM entre otros, haciendo aportes puntuales en VVAA. Que no tuvieramos un trabajo firmado completamente por el de Carabanchel significaba que algo tramaba. Y más con una pandemia de por medio. Pues bien, los días oscuros parecen que han pasado para todos, incluidos para este artista. Podríamos esperar un EP en su propio en su sello Chaval Records como ha sido la tónica habitual hasta 2017. Pero no, Santana sorprende a todos con su primer álbum llamado Missions que edita el sello Subsist Records.
Un trabajo en el que Víctor Santana se propone llevarnos al espacio exterior en una especie de fusión entre su lado más technoide y cierta pátina experimental en lo con un leitmotiv sobre el sentimiento de emoción y satisfacción de cada nuevo descubrimiento y paso dado en el espacio por la humanidad. Todo ello envuelto en una reflexión acerca de los avances tecnológicos y todo el trabajo de investigación realizado para llevarlas a cabo.
En esa línea, el poso sesudo que nos quiere trasladar es cómo las misiones espaciales podrían arrojar luz ante la urgencia de poner fin a ciertos hábitos nocivos industriales en tanto a la producción de bienes de consumo de corta duración: la llamada ''obsolescencia programada’’. Un modelo de producción en evidente contraste con los productos que requiere la industria aeroespacial, encaminada a fabricar objetos de alta resistencia, ligeros, duraderos y que ofrecen gran seguridad.
Y sí, todo esto está muy bien, pero cuando escuchas las 11 pistas que componen este álbum debut lo que nos encontramos es un techno puro y duro pensado para el baile en su gran mayoría. La novedad estriba en que Santana se ha despojado del soul y jazz para abrazar una vertiente mucho más marciana, mental, cruda y futurista. Pero no por ello renuncia a nutrirse de sonidos clásicos de piano, sintetizadores analógicos y digitales e instrumentos como el saxofón alto y tenor. Una mezcla en la que también caben diferentes samples que aluden a la carrera espacial. Al final, su búsqueda es la de transmitir una simbiosis perfecta entre "el hombre y la máquina", la unión entre la mente humana, la tecnología y la inteligencia artificial.
El autor reconoce que la improvisación es una de las principales bases de este álbum. De hecho nace de ella cuando Santana improvisaba con un saxofonista en su en mi estudio mientras trabajaban para otro proyecto. Esa semilla se comenzó a crecer y con referencias como Blade Runner y Cosmos la obra fue tomando una línea más futurista, cinematográfica y con miras al espacio exterior. El propio productor es consciente de esta concepción musical es mucho más marciana que de costumbre acercándose más a propuestas como las de Jeff Mills.
Por lo tanto el disco tiene la coherencia de una obra conceptual sólida por forma y fondo en la que los títulos de cada producción y el sonido son claves para ello. Y hay que reconocerle cierto valor en la forma en la que Santana se maneja en los pasajes más contemplativos y experimentales como 'Solar Probes', 'Jupiter Odissey' o 'Helios' donde va más allá del techno y sale una cara completamente desconocida y bastante renovadora del productor.
Pero la cabra tira al monte y él tampoco pierde cual es su foco principal, dónde se desenvuelve mejor y con qué disfruta más. Missions a su vez también puede verse como un gran surtido de armas sonoras dirigidas a la pista de baile para quemar zapatilla. Y en eso Santana tampoco falla gracias a su veteranía y conocimiento. Ante esto tan solo podemos decir: Mission accomplished.
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