Los caminos del House son inescrutables, Serge Santiago 11:11

El productor británico lanza su álbum debut en el sello Jack Said What explorando el lado pistero más italo y disco del género con más groove



Serge Santiago es un DJ y productor que lleva algo más de dos décadas en activo con un aura de histórico actor secundario de la escena británica donde, a lo mejor los grandes focos no se han estado puestos en él, es de esas figuras algo más ocultas que dan consistencia y esencia a la misma. Por eso, es de extrañar que con una carrera tan larga, hasta la fecha no se hubiera animado a publicar un disco de larga duración. En este mismo mes de noviembre ha recalado en Jack Said What, el sello que han creado Irvin Welsh (el autor de Trainspotting) y Steve Mac dándole total libertad creativa para que compusiera 11:11, el disco con el que Santiago explota definitivamente su visión y su pasión por el house de manera personal e intransferible.

Conocido por pelotazos de reminiscencias italo como 'Atto D'Amore' y por ser la mitad de la dupla housera Waze & Odissey, Serge Santiago entrega un disco compuesto por por un total de ocho producciones en los que abre su mundo de manera certera. Tracks pensados para ser escuchado y bailados, y también para ser pinchados. Esa mentalidad de DJ hace que 11:11 sea un paquete de armas sonoras para todo el que se situe al otro lado de la mesa de mezclas. Si se entregará este disco sin pausas y totalmente mezclado tendría una cohesión absoluta y sería perfectamente disfrutable gracias a una mezcla de un house animado, punzante y muy pistero junto con trazos de italo y reminiscencias discoides. Una amalgama de estilos que le hacen tener un gen sonoro muy apetecible y golosos.

Abre fuego con 'Rain', un track con un serpenteante línea ácida que recorre un tema impulsado por la voz de Kathy Brown que le aporta un distinguido toque soul. Un impresionante arranque al que le sigue 'Ear Racer', un pelotazo con hechuras italo que incita a la travesura en la pista de baile. Normal que fuera elegido como uno de los adelantos del álbum y donde se nota la personalidad sonora del productor.

El house más clásico, con esos pianos que nos recuerdan a la época dorada noventera, hace acto de presencia en 'Deception'. Los hooks vocales entrecortados y el uso de unas cuerdas celestiales le proporcionan la envergadura ideal para ser pinchado en las horas calientes de la noche. Del mismo modo y con idéntica alma clásica encontramos 'Nobody' siendo un ejercicio de jackin' house adictivo y dinámico para baile sudoroso y desaforado.

Uno de los grandes highlights que esconde el álbum en 'Rave Dance', que cuenta con la propia voz de Irvine Welsh. Un tema directo y a la vez extraño. Hipnótico a la par que narcótico y obnubilante para poner en jaque nuestra consciencia cuando suben los ánimos en el club. Después encara la recta final con 'Transition' donde Zoe Devlin Love facilita el aporte vocal. Un tema potente y algo cheesy con una melodía evocadora y un bajón de los que crean magia. Buena utilización de los pads y los sonidos metálicos. Un jugada sonora en busca del éxtasis colectivo que consigue sin mucho esfuerzo.

Los dos últimos cortes son 'Feeling Alright' y 'You Got Me'. El primero es un ejercicio de sofisticación y elegancia que seduce desde lo básico: bombos robustos, melodías exuberantes y vocales ágiles. la traca final llega con un tema lleno de potencia e intenciones discoides dotando de mucho sentimiento y emoción a un track de los que generan buen rollo en la pista de bailer. Una conclusión con la que es muy difícil no acabar con una sonrisa en la cara.

En definitiva, 11:11 es una combinación de los diferentes caminos, siempre inescrutables, que tiene el house. Todo ello según Serge Santiago. Una bendición para los amantes del género.

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