Medlar destapa su faceta más experimental y ambient en su álbum debut

 Scribbles lo firma bajo su nombre real N.Pegler y lo publica en el sello Riverette



Cuando uno piensa en Medlar lo hace en un DJ y productor británico con gran talento para el house, sobre todo en trabajos que vieron la luz en sellos como Wolf Music, Delusions Of Grandeur o Wah Wah 45 entre otros. A eso se le suma su capacidad como remezclador dando nuevos aires a producciones de terceros. Un hecho que lo posiciona como una de esas figuras a seguir dentro de la incesante cantera británica. Sin embargo, a lo largo de estos más de 10 años de contrastada carrera en la escena electrónica aún no se había estrenado en largo y desde el sello Riverette que comanda Delone en Madrid, y donde Medlar publicó un EP y una remezcla al propio Delone, es el lugar idóneo para desquitarse y dar un paso más. Uno diferente e inesperado. 

Lo que más destaca de Scribbles es que rehuye del aka que le ha dado la fama y recurre a su nombre, Ned Pegler, para firmarlo. Lo segundo que chocará a sus seguidores es que no entrega un disco pensado para la pista de baile sino todo lo contrario, es una obra con una mirada mucho más experimental donde la percusión casi es una anécdota buscando parajes mucho más ambientales. 

A través de los 11 cortes que lo componen entendemos el concepto que nos quiere transmitir. Cada producción tiene el mismo origen de garabato sonoro. Son piezas e ideas que el artista ha ido encontrando en varios de sus discos duros y ordenadores usados en los últimos 15 años. Proyectos que nunca consiguieron materializarse en algún lanzamiento porque los consideraba poco trabajados o que no tenían la complejidad que él pensaba que precisaban. Muchos de ellos nacieron al probar nuevas herramientas por primera vez y otras son ideas que se le ocurrían pero que las dejaba inconclusas para dedicarse a algo más urgente. 

En esa pureza, donde surgen la inspiración más pura, se mueve este disco tan característico que puede reducirse a lo que es un primer proceso en la creación musical en sus primeras fases. Momentos en los que cuanto menos centrado se está en la composición para crear una producción es cuando aparece la cualidad lúdica que le da forma. 

Un trabajo tan evocador como arriesgado lo que le hace no apto para todos los públicos pero que al artista le permite abrir una nueva etapa. Ya veremos si con más groove, como lo que se espera de él, u ofreciendo algo que vuelva a descolocarnos.


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